Antes
de que el Trastorno de personalidad múltiple o Trastorno de Identidad Disociativo (TID) se convirtiese en el trastorno más popular del mundo, era
relativamente infrecuente, y los pacientes que lo presentaban tenían sólo unas
pocas personalidades. En la actualidad, ha aumentado el diagnóstico, y el
promedio de personalidades referidas por un paciente se ha elevado a 20, y
sigue aumentando.
Ha
llegado a conocimiento de la sociedad, de forma más intensa gracias a la literatura y el cine, que aunque no siempre es
del todo fiel a la realidad, se puede obtener una idea bastante clara de en que se
basa este trastorno y sus características.
De
todos los trastornos que recoge el DSM-IV-TR (2002), son muy pocos los que no
han tenido aún reflejo en la gran pantalla.
Ciertamente, el cine se ha sentido
fascinado con la locura y sus manifestaciones, y directores y guionistas han
encontrado en los trastornos psiquiátricos un auténtico filón del que extraer
argumentos, temáticas y narraciones.
La película Sybil (1976) para muchos profesionales marca un antes y un
después en la historia del Trastorno de Identidad Disociativo. Y es que a partir de la publicación del libro Sybil se produjo una avalancha de nuevos
casos en Estados Unidos, y la Asociación Americana de Psicología (APA) terminó
incluyéndolo en el Manual Estadístico de Trastornos Mentales (DSM).
Esto ha llevado a algunos expertos a no creer en la existencia real de TID, justificándolo con que se tratan de pacientes altamente sugestionables.
Que creéis, ¿Existe o no existe?
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